TheChris91

Después de seis horas de poker entre los siete jugadores que formaban la mesa final del 100.000% High Roller en el PokerStars Caribean Adventure, Eugene Katchalov se llevaba el millón y medio de dólares del primer premio.

Después de tres días tortuosos de juego, contra 37 de los más duros rivales del panorama, Katchalov se proclamaba campeón nada menos que contra el miembro del Team Pro PokerStars, Daniel Negreanu, en un épico HU, dejando que el canadiense se tuviese que conformar con el subcampeonato.

Un día agridulce para Negreanu. Si bien no pudo iniciar el 2011 con una victoria como hubiese deseado, gracias al segundo premio de un millón de dólares consigue recuperar la primera plaza en la lista de ganancias de todos los tiempos, superando a Phil Ivey.

Katchalov comienza el año con una destacada victoria, después de haber sellado un 2010 espectacular en el que ha ganado un WPT, tres mesas finales en las World Series y un tercer lugar en el EPT de Londres, con lo que acumula 5.900.000$ desde que comenzó a jugar en 2004.

En la mesa final, formada por 7 jugadores al comienzo de la sesión, parecían tener prisa por decidir el ganador. Andrew Lichtenberger era el primero en caer, seguido al poco tiempo por el húngaro Sandor Demjan, con lo que eran los únicos que se quedaban sin premio.

El resto de los miembros de la mesa continuaron su duelo con la tranquilidad de la compensación económica. El siguiente que decía adiós era “El Tiburón” Humberto Brenes, quien vio superado su as-dama por la pareja de nueves de Bryn Kenney.

Quien caía en el cuarto lugar era el chipleader en el día de ayer, Nick Schulman. Negreanu lo eliminaba y tenía que conformarse con los 400.000$ de premio.

El tercer puesto fue para Kenney, quien se recuperaba de este modo de la decepción que había tenido en Barcelona hace seis semanas, y se embolsaba 643 mil dólares.

Katchalov y Negreanu luchaban ya por la victoria. La ventaja del americano era destacada en todo momento, triplicando el stack del canadiense en casi todo momento. Durante dos horas y media, el espíritu de Negreanu fue implacable y logró reducir su déficit, pero nunca pudo con el indomable Katchalov.


Tras una breve pausa para sacar la bolsa de papel de la cabeza de Viktor Bloom, Negreanu finalmente se jugaba su futuro con una pareja de cincos ante el all-in del americano, no sin pensárselo durante unos minutos. Fue una buena jugada para Katchalov que había metido la caja con pareja de cuatros en la mano. Un tercer cuatro en el turn sellaba el destino de Negreanu.